Para potenciar aún más los efectos del baño relajante podemos terminarlo con una ducha fría para a continuación secarnos enérgicamente para recuperar el calor. Así favorecemos la expulsión de toxinas

Con las prisas estamos dejando de lado las bañeras para sustituirlas por las duchas, pero lo cierto es que las primeras nos ofrecen una gran diferencia, y es su función terapéutica. Por ejemplo, tomar un baño relajante es mucho más que una cuestión de higiene. Se puede convertir en un ritual para relajar nuestro cuerpo después del estrés del día.

Explicamos los múltiples beneficios de un buen baño relajante, diferentes maneras de prepararlo para multiplicar sus efectos, algunas propuestas originales y algunos consejos generales.

El baño se realizará siempre con agua caliente pero no en exceso. Esto se hace para potenciar los aromas y los beneficios de los ingredientes que utilicemos…

Beneficios para la salud

  • Relajar el sistema nervioso (ansiedad, estrés, depresión, etc.)
  • Tratar el insomnio
  • Aliviar dolores musculares y articulares
  • Mitigar inflamaciones
  • Tratar problemas e infecciones de la piel
  • Revitalizar el organismo
  • Mejorar problemas respiratorios
  • Regular el exceso de sudoración

Baño romántico de rosas

Este baño es muy fácil de preparar y sin embargo es una opción ideal para sorprender a la pareja o regalárnosla a nosotros mismos. Para prepararlo solo necesitaremos pétalos de rosa frescos y aceite esencial de rosa.

Además de su delicioso aroma, este aceite tiene propiedades para combatir los estados depresivos y nerviosos, el insomnio y las infecciones.

Añadiremos al agua caliente unas 20 o 30 gotas de este aceite. A continuación, cubriremos el agua con los pétalos de rosa. El resultado es espectacular, sobre todo si decoramos el baño con velas rosas.

Baño relajante de magnesio y lavanda

Este baño es altamente relajante pero, sin embargo, no por ello nos debilita. Por el contrario, nos aporta energía. Resulta ideal para personas que sufran estados de nerviosismo o ansiedad, problemas musculares, dolores, insomnio, etcétera.

Al agua del baño añadiremos 100 gramos de sulfato de magnesio en polvo, de venta en farmacias, y 20 o 30 gotas de aceite esencial de lavanda. Si no tenemos este aceite, se puede utilizar un litro de infusión de flores de lavanda.

Baño antiinflamatorio de regaliz

El regaliz, gracias a sus propiedades anti-inflamatorias, similares a las de la cortisona, nos ofrece otra alternativa para casos de dolores o problemas de piel. Por ejemplo, puede utilizarse para la psoriasis, eczemas, etcétera.

Para prepararlo, pondremos a hervir un litro de agua con cuatro cucharadas pequeñas de polvo de raíz o bien 3 o 4 troncos de raíz. Si es en polvo bastará con que hierva 5 o 10 minutos. Sin embargo, si hemos utilizado los troncos, lo dejaremos de 15 a 20 minutos para extraer bien sus principios. Por último, colaremos el líquido resultante y lo añadiremos al agua de la bañera.

Baño purificante de bicarbonato y limón

Cuando sufrimos problemas de piel, picores, infecciones, hongos, sudoración excesiva o recientemente nos recuperamos de una enfermedad, recomendamos este baño purificante que nos ayuda a limpiar nuestro organismo a través de los poros.

Para su preparación, en este caso pondremos 3 cucharadas soperas de bicarbonato sódico, 15 gotas de aceite esencial de limón y 10 gotas de aceite esencial de árbol de té. Si no tenemos aceite esencial de limón podemos batir dos limones troceados con su piel y añadirlos directamente a la bañera. Por otro lado, el aceite esencial de árbol de té es excelente para todo tipo de hongos y bacterias de la piel.

Baño expectorante

A menudo sufrimos problemas de bronquios y pulmones que podemos tratar gracias a los vapores que generará este baño de agua caliente.

En este caso, en una olla pondremos a hervir dos litros de agua con hojas de eucalipto, pino, romero y/o tomillo. Una vez tengamos la decocción preparada la añadiremos al baño. Si lo deseamos, podemos meter las plantas en una bolsa de algodón cerrada y añadirlas a la bañera. Es recomendable que mientras nos bañemos realicemos respiraciones profundas.

Consejos generales

  • Es recomendable apagar la luz del baño y en su lugar sustituirla por velas. También podemos acompañar el baño de música relajante.
  • El baño no debería durar más de 30 o 40 minutos, ya que entonces podría debilitarnos demasiado.
  • Es más beneficioso todavía si después del baño nos damos una ducha de agua bien fría, para posteriormente secarnos bien con la toalla hasta que el cuerpo vuelva a entrar el calor.
  • Podemos completar el ritual aplicándonos un aceite o crema relajante, ya que los poros de la piel estarán bien abiertos y la hidratación será mayor.
  • Recomendamos realizarlo al terminar la jornada, y no por la mañana.

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